Hoy en día a todo el mundo le suena la marca Norton (perteneciente a Symantec desde 1990), pero no todo el mundo sabe que se remonta allá por el 1981 cuando se puso a la venta la primera versión de la antiguamente archifamosa suite Norton Utilities. Peter Norton, que había sido monje budista en los 70, se ganó un enorme éxito comercial con sus profundos conocimientos de informática especialmente en lo concerniente a los PCs compatibles y al sistema operativo DOS. Norton Commander fue el otro gran éxito de la Peter Norton Computing junto con el archifamoso antivirus publicado más tarde (justo antes de la adquisición por Symantec), aunque es íntegramente una creación de John Socha desde su concepción hasta su programación.
Norton Commander es un administrador de archivos, de hecho hasta donde yo sé es el primero que todos los demás copiaron. Su rasgo más característico es la división de la pantalla en dos paneles, cada uno de los cuales puede mostrar bien una lista de archivos de un directorio en diversos formatos, o el árbol de directorios, o el contenido del archivo seleccionado en otro panel. A pesar de su versatilidad los que no estén acostumbrados a este programa se sentirán más cómodos con el DOS Shell de Microsoft, mucho más parecido al Explorador de Windows. Y hay que reconocer que pese a su gran potencia, Norton Commader puede ser más torpe a la hora de cambiar de directorio porque el árbol no puede contraerse y expandirse como en el actual Explorador de Windows, ésa fue una idea original de Microsoft para DOS Shell.
Otra de las bazas de Norton Commander además de su sistema de doble panel completamente configurable, es su capacidad para realizar diversas tareas por sí mismo sin ayuda de programas externos. Especialmente apreciada era su capacidad de abrir y manejar archivos comprimidos (ZIP y otros) integrándolos en su interfaz de forma que su contenido puede verse y modificarse tan fácilmente como si fuera el de un directorio.
El programa se inicia ejecutando NC.EXE, pero no necesitamos estar en su directorio para llamarlo.